La expresión “cruelty-free” concierne todos los productos que se han realizado sin ninguna prueba en animales.
En la cosmética cruelty-free no se permite, en ninguna de las fases del desarrollo del producto, testar en animales.
Consumir y/o comprar productos libres de crueldad animal es una verdadera obligación moral.
No se puede justificar que millones de ratones, cobayas, conejos, monos, etc. sean torturados y matados cada año solamente para testar en ellos productos de belleza o de cuidado personal.
Un producto cruelty free también puede ser vegano, o sea que no contiene ni ingredientes animales, ni derivados.
Esto incluye: miel, cera de abejas, lanolina, colágeno, albúmina, carmín, colesterol, gelatina, leche y muchos otros más.